Las virtudes morales en el hombre proporcionan felicidad eterna, mientras que la corrupción moral lo conduce a una perpetua desdicha. Por consiguiente, es necesario que el hombre se purgue y autopurifique de todos los rasgos nocivos de carácter, y adorne el alma con todas las formas de virtudes éticas y morales. Más aún, sin haberse limpiado a sí mismo previamente de todos los malos hábitos, le sería imposible fomentar y desarrollar en sí estas virtudes morales. El alma humana puede ser comparada a un espejo a este respecto. Si deseamos que algo se refleje bien en un espejo debemos primero limpiarlo para que el polvo y la suciedad no desfiguren el reflejo. Cualquier intento de obedecer las órdenes de Allah puede ser fructífero y exitoso sólo si previamente uno se ha purificado a sí mismo de hábitos y tendencias nocivas. De lo contrario, sería como poner joyas en un cuerpo sucio y mal vestido. Cuando se ha completado la autopurificación, y uno se encuentra libre completamente de todos los hábitos malignos en pensamiento, habla y acción, entonces el alma esta lista para recibir la ilimitada gracia de Allah. Tal recepción es la razón última por la que el hombre fue creado.
De hecho, la gracia de Allah y los misterios divinos son siempre accesibles al hombre. Es el hombre quien debe purificar su alma, y desarrollar en sí mismo la receptividad necesaria para beneficiarse de la infinita gracia de su Creador.
Hay una tradición del sagrado Profeta (B.P. y Desc.) que dice:
“Los ángeles no entran en una casa en la cual hay un perro..”
¿Cómo es posible entonces, para la gracia de Allah y la iluminación divina, el entrar en un corazón lleno hasta el borde con deseos inmorales, egoístas y bestiales? El hadiz del Profeta (B.P. y Desc.):
El Dín se sustenta en la limpieza.
no se refiere solamente a la limpieza exterior, sino que más bien alude a la pureza interna del alma.
A fin de obtener la perfección final, es necesario recorrer el sendero de la lucha contra la concupiscencia egoísta y las tendencias inmorales que puedan existir en el alma, y preparar así el camino para recibir la gracia de Allah. Si el hombre pone el pie en el camino de la autopurificación, Allah irá en su ayuda y lo guiará a lo largo del sendero:
.Y a aquellos que se esfuerzan por nosotros, ciertamente les guiaremos por nuestros caminos.. (29:69)
Por: Muhammad Mahdi An-Naraqi
Traducido del inglés al español por:
Hasan .Abd Al-.Ali Bize