Reforma espiritual en el sagrado mes de Ramadán

Con tiempo, nosotros nos hemos convertido más y más insensibles a la inhumanidad. Nosotros nos hemos convertido indiferentes a la injusticia, corrupción y a los comportamientos hostiles. Miles de nuestros inocentes hermanos y hermanas están muriendo en diferentes partes del mundo debido a la injusticia y la opresión. La corrupción es la raíz del sufrimiento de muchas personas a nuestro alrededor. El terrorismo es opresión y propaga el miedo entre los seres humanos. Estos son algunos de los peores padecimientos alrededor del mundo. Pero lo que vemos entre nuestras pequeñas comunidades no es para nada mejor. Nosotros presenciamos comportamientos destructivos que amenazan con quebrantar nuestra fraternidad. Hermanos se encuentran haciendo maledicencia de otros hermanos. Hermanas están tomando juramentos de silencio en contra de otras hermanas. Estamos luchando entre nosotros mismos y destruyendo nuestra hermandad por razones mundanas y sin sentidos. ¿Por qué? ¿Qué pasa con la humanidad?

¿Será que la razón de esto es porque estamos perdiendo nuestra parte espiritual? ¿Estaremos perdiendo el contacto con la conexión que tenemos con el Todopoderoso? ¿Estamos pasando por alto las enseñanzas de nuestro Santo Profeta y su purificada familia (la paz sea con todos ellos)? En tiempos donde el materialismo y la injusticia son innegables, estamos perdiendo la sabiduría de nuestra religión. Estamos en una grave necesidad de auto-reflexión y reforma espiritual. ¡Qué mejor momento para comenzar que en el sagrado mes de Ramadán!

El sagrado mes de Ramadán nos ofrece una gran oportunidad de reformarnos y perfeccionar nuestra espiritualidad. Ramadán es el noveno mes del calendario islámico y para millones de musulmanes, es un período sagrado, dedicado al ayuno, la oración intensiva, el sacrificio, el culto, la súplica, el arrepentimiento, la auto-purificación, y la superación espiritual. Cada año, los musulmanes rediseñan sus vida para concentrarse en sus metas para Ramadán: » El recuerdo constante de Dios y agradecimiento sincero por cualquier bendiciones que Él nos ha otorgado. «»donde se encuentra el recuerdo de Dios, habrá espiritualidad» Una vez que alcanzamos la espiritualidad, estamos obligados a alcanzar la justicia, que es la clave del éxito en este mundo y en el más allá.

Ahora, la pregunta es: ¿de qué manera nosotros alcanzamos la espiritualidad en el sagrado mes de Ramadán? ¿Exactamente que nos enseña el sagrado mes de Ramadán? ¿Es ayunar sólo una de esas costumbres heredadas de nuestros ancianos y que siguimos por hábito? ¿Es solo aguantar hambre, para perder peso, para lucir nuestras nuevas ropas el día del Eid?

Ramadán es mucho más que no comer ni beber. Mientras ayunamos estamos obligados a controlarnos  de cosas que son permisibles en otros momentos, como son comer y beber. Al restringirnos la mayor parte del día, aprendemos disciplina y la habilidad de hacer cualquier cosa si así lo desearamos.  Esto nos ayuda a luchar contra nosotros mismos en el momento de controlar nuestros deseos y ser estrictos con nosotros mismos. Para un hombre estar en la presencia de su bella esposa, con la privacidad de su casa, y en un ambiente muy romántico, y continuar controlando sus deseos permitidos solo por obediencia a Allah hace maravillas para su auto-disciplina, auto-control y sacrificio. Mejora la capacidad de controlar de nuestro Nafs cuando es necesario. Damos un paso más cerca para obtener el recuerdo constante de Dios.

El principio del éxito comienza por la fe y su conclusión proviene del temor a Dios.

El sagrado Corán nos exhorta a los creyentes para desarrollar el temor a Dios, ya que sin esté, la fe no tiene sentido. Dios dijo: «! Oh, creyentes! Se hoz ha ordenado que ayunéis de la misma manera que fue ordenado a quienes hoz precedieron quizás así seáis temerosos de Dios.» (2:183). Ayunar nos hace temerosos de Dios, y al restringiros en el momento del ayuno para la complacencia de Dios, sentimos el fuerte deseo de obedecer a Allah y esto nos aproxima más a su amor.

El santo profeta (BP) dijo: «el bendito mes ha venido a ustedes. Allah ha abierto las puertas del paraíso y ha cerrado las puertas del infierno  y los demonios han sido encadenados. Hay una noche (en este mes) que es mejor que mil meses. El que sea privado de sus bendiciones realmente ha sido privado de algo grande».

Nuestras almas recorren por un viaje espiritual a lo largo de los 30 días de Ramadán. Como seres humanos, es fácil para nosotros caer en hábitos. Ramadán nos guía en los hábitos que deberíamos caer. Nos enseña disciplina en el tema de los hábitos alimenticios, control del tiempo, relaciones con familias y amigos y la abstención de los malos actos.

En estos días y épocas, la mayoría de nosotros nos encontramos comiendo en exceso solo por comer, la restricción de comida y el tiempo limitado de su consumo  nos muestra la importancia de comer correctamente. Colocándonos a nosotros mismos en este habito alimenticio normalmente nos deja pensando dos veces antes de comer en el Eid, solo por miedo de accidentalmente romper el ayuno. Es esta precaución y conciencia que se recomienda en el Islam, incluso en el momento del consumo de alimentos.

Como administrar el tiempo correctamente es unas de esas cosas que se nos dificulta a muchos de nosotros. Las oraciones nos han decretado tiempos en las que tienen que ser realizadas. Sin embargo, estos tiempos de las oraciones son flexibles ya que hay un espacio de muchas horas en el que se pueden realizar, mientras que, por ejemplo, el inicio de un ayuno no se puede mover hacia adelante. Si una persona quisiera realizar un acto prohibido un segundo después del comienzo del ayuno, ese ayuno se invalidara instantáneamente. Esto enseña la importancia y la organización del tiempo. Además, entre nosotros existe personas que tienen una poca participación en las oraciones en comunidad y en pocas ocasiones participamos de reuniones en donde las personas son extrañas para nosotros. Pero en los actos especiales de Ramadán y el concepto de Iftar trae a toda la comunidad junta y esta es unas de las mejores unidades y fraternidades entre la raza humana además es la más grande relación. Es esta reformación que normalmente necesita nuestras almas para sobrevivir espiritualmente en este mundo.

Este sagrado mes es dedicado para purificar tanto nuestro cuerpo como nuestras mentes. Igualmente hay muchos otros beneficios en el ayuno, en este mundo y en el otro. Complacer a Dios es obviamente uno de los más grandes beneficios de este. El perdón de los pecados es igualmente otros de los grandes beneficios que obtenemos del ayuno. El profeta (BP) dijo: «Quien ayuna el mes de Ramadán, obedeciendo todas sus limitaciones y protegiéndose a sí mismo contra lo que está prohibido, ciertamente, ha expiado cualquier pecado que cometió antes de él. «

Igualmente hay muchos beneficios para la salud física de las personas. Cuando ayunamos todo nuestro sistema digestivo está en reposo y da a nuestros órganos tiempo suficiente para reparar y rejuvenecerse antes que lo bombardeemos con una gran cantidad de alimentos sin este haya terminada completamente su trabajo.  Esto permite un mejor funcionamiento de los sistemas y evita muchas enfermedades. De la misma manera, nosotros retomamos algunos subproductos tóxicos cuando consumimos alimentos, que normalmente es atendido por el hígado en el proceso de desintoxicación. En Ramadán, el hígado  tiene el tiempo suficiente para retomar el proceso de desintoxicación sin tener que repetir este proceso continuamente. Además de esto, el ayuno también mejora la agudeza mental y la resistencia física y mental, ya que el cuerpo se habrá entrenado para sobrevivir sin el gratificante, instantáneo y continúo suministro de alimentos y bebidas.

Para nosotros Ramadán es una oportunidad para abandonar nuestros hábitos comunes e intentar alcanzar un mayor grado de moderación y espiritualidad con el fin de estar más cerca de Dios y más lejos de la negatividad del mundo. Nosotros Debemos reflexionar y contemplar  nuestras vidas con el fin de ver el mundo y el propósito de nuestra existencia con un enfoque más penetrante. Debemos recordar de mantener. Debemos recordar en mantener lo que hemos luchado por alcanzar durante el sagrado mes de Ramadán, que es la capacidad la moderación, la disciplina y la práctica de nuestra auto-control. Hábitos como la oración de la noche, recitación del sagrado Corán, el arrepentimiento, las suplicas, y estar en contacto con otras personas para las comidas debe mantenerse incluso después de Ramadán. Si somos capaces de lograr eso, entonces realmente nos hemos beneficiado del sagrado mes Ramadán y esto sería un gran paso para estar más cerca de obtener el temor a Dios.

Categorías Articulos Moral y ética islamica, Estiilo de VidaEtiquetas

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