Las vías y mecanismos del conocimiento en el Islam
Artículo primero:
Las vías del conocimiento
Para inferir el conocimiento del cosmos y alcanzar las realidades religiosas, el Islam se vale de tres tipos de mecanismos, si bien se considera un ámbito particular para cada uno de los mismos.
Dichos mecanismos son:
- Los sentidos: de los cuales los principales son el oído y la vista.
- La razón: que es la que descubre la realidad dentro de un ámbito limitado y particular, y para ello se basa en principios y fundamentos especiales.
- La Revelación: que constituye el medio para que un grupo especial y determinado de personas se vincule al mundo de lo oculto.
Está dentro de las posibilidades de la humanidad entera el aprovecharse de las dos primeras vías para conocer el cosmos y asimismo la ley divina, mientras que la tercera es particular de aquél a quien ha abarcado el Favor Divino. El ejemplo más preponderante de este tipo de personas lo representan los Mensajeros y nobles Profetas divinos.[1]
Hay que agregar a esto que la percepción sensorial y los cinco sentidos sólo pueden ser utilizados en el ámbito de lo sensorial, como asimismo el mecanismo de la razón solo puede ser utilizado en un ámbito limitado del cual el intelecto posee sus fundamentos, mientras que el ámbito de la Revelación es de un espectro bastante más amplio y engloba mucho más, como asimismo es efectivo en todas las esferas, tanto en las de la creencia como en el marco de las obligaciones y deberes.
El Sagrado Corán se ha referido a los tres mecanismos en muchas aleyas, de los cuales traemos a continuación unos ejemplos.
Dice el Sagrado Corán en relación a los sentidos y a la razón:
﴿ وَاللَّهُ أَخْرَجَكُم مِّن بُطُونِ اُمَّهَاتِكُمْ لاَ تَعْلَمُونَ شَيْئاً وَجَعَلَ لَكُمُ السَّمْعَ وَالاَبْصَارَ وَالاَفْئِدَةَ لَعَلَّكُمْ تَشْكُرُونَ ﴾
«Dios os extrajo de las entrañas de vuestras madres desprovistos de entendimiento; os proporcionó el oído, la vista y la razón para que se lo agradecierais».[2]
La parte final de la aleya contiene el tema del agradecimiento, de lo cual se desprende que el ser humano debe aprovechar esos tres mecanismos, puesto que el agradecimiento significa usar cada don en su propio terreno.
Respecto a la revelación, el Altísimo dice lo siguiente:
﴿ وَمَآ أَرْسَلْنَا مِن قَبْلِكَ إِلاَّ رِجَالاً نُوحِي إِلَيْهِمْ فَسْأَلُوا أَهْلَ الذِّكْرِ إِن كُنتُم لاَ تَعْلَمُونَ ﴾
«Antes que a ti, no enviamos más que a hombres a quienes habíamos revelado. ¡Preguntad, pues, a la Gente del Recuerdo si es que lo ignoráis».[3]
La persona religiosa utiliza los sentidos para conocer el mundo, la vida, la doctrina y la religión, pero cuán a menudo sucede que las percepciones sensoriales son el fundamento y el punto de partida de las leyes del intelecto, es decir, que esas percepciones preparan el terreno del pensamiento y de su juicio.
Asimismo, a veces se vale de la razón y el pensamiento para alcanzar el conocimiento de Dios y de Sus Atributos y Acciones. El resultado obtenido por cualquiera de estas vías es aceptable, válido y expresará la manifestación y el conocimiento de la verdad.
[1] En las narraciones islámicas se ha hecho mención de aquéllos que son descriptos como muhaddaz (o frecuentados por los ángeles). Posteriormente se hará mención del tema.
[2] An-Nahl; 16: 78
[3] An-Nahl; 16: 43.